Ahora que ya hemos definido perfectamente el problema, y hemos configurado nuestro reto, es el momento de idear nuestras propuestas de solución.
Se trata de conocer cuales son las propuestas ya existentes, de la competencia. Este es el momento de innovar, de proponer algo novedoso, que mejore lo que pudiera existir en torno al problema, Es interesante tener en cuenta la estrategia de los océanos azules, que permite diferenciarse de la competencia, evitando así tener que luchar ferozmente contra ella.
Aquí tienes un pequeño resumen en vídeo de esta estrategia.
Y una vez que conocemos lo que ya existe, se trata de innovar, de crear valor, de generar una propuesta que resulte interesante para nuestros clientes y que resuelvan su problema de una manera que creemos que será de su agrado. Y que resulte más interesante para nuestros clientes, que las posibles soluciones existentes en la competencia. Y para hacerlo, debemos conocer las soluciones existentes y sobre ellas podemos aplicar herramientas como la matriz ERIC o el método SCAMPER
Para ello, tenemos que abrir nuestra mente en primer lugar. Generar un montón de ideas. Cuantoa más mejor. Se trata de ser creativo. Hay que utilizar estrategias de pensamiento divergente. Aquí tienes una auténtica batería de herramientas para la generación de ideas.
Y una vez que tenemos todas las posibles ideas sobre la mesa, se trata de generar nuestra propuesta. Ahora es momento de seleccionar, de combinar, de poner foco, de generar, sobre la base de todas las ideas que tenemos sobre la mesa, lo que constituirá nuestra propuesta de solución. Se trata ahora de utilizar estrategias de pensamiento convergente. Se trata de converger, de poner foco. De construir algo concreto que vamos a poder prototipar y presentar a nuestro cliente.
En realidad se trata de actuar con una estrategia de diamante, también conocida como de rombo.
En realidad podríamos hablar de una estrategia de doble rombo, pues la técnica divergente-convergente, podemos utilizarla para encontrar los elementos esenciales del reto, para la comprensión de nuestro problema enfocada a posibles elementos esenciales que deberán estar presentes en la solución, y para explorar la solución al mismo, hasta construir una propuesta concreta.
Para ello, tenemos que abrir nuestra mente en primer lugar. Generar un montón de ideas. Cuantoa más mejor. Se trata de ser creativo. Hay que utilizar estrategias de pensamiento divergente. Aquí tienes una auténtica batería de herramientas para la generación de ideas.
Y una vez que tenemos todas las posibles ideas sobre la mesa, se trata de generar nuestra propuesta. Ahora es momento de seleccionar, de combinar, de poner foco, de generar, sobre la base de todas las ideas que tenemos sobre la mesa, lo que constituirá nuestra propuesta de solución. Se trata ahora de utilizar estrategias de pensamiento convergente. Se trata de converger, de poner foco. De construir algo concreto que vamos a poder prototipar y presentar a nuestro cliente.
En realidad se trata de actuar con una estrategia de diamante, también conocida como de rombo.
En realidad podríamos hablar de una estrategia de doble rombo, pues la técnica divergente-convergente, podemos utilizarla para encontrar los elementos esenciales del reto, para la comprensión de nuestro problema enfocada a posibles elementos esenciales que deberán estar presentes en la solución, y para explorar la solución al mismo, hasta construir una propuesta concreta.
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