Hoy en día, se habla mucho de emprendedor, para referirse a alguien que va a montar su propia empresa, y de alguna manera se nos quiere convertir a todos en empresarios. Y se nos quiere hacer creer que cualquiera que sea emprendedor, puede crear una empresa de éxito.
Y eso es completamente falso, o cuando menos inexacto y erróneo. Y puede inducir a confusión. Así que aclaremos las cosas.
Emprendedor y empresario, no son términos sinónimos. Uno puede ser emprendedor, y no tener su propia empresa. De hecho hay muchos trabajadores tremendamente emprendedores, trabajando en las empresas de otro. Se habla así de intraemprendedores
Y por otra parte, para ser empresario, sólo hay que crear una empresa. Pero muchas empresas que se crean fracasan. Y en algunos casos, en muchos casos, me atrevería a decir, es porque ese empresario carece de actitud emprendedora, y es incapaz de enfrentarse con éxito a los problemas que la gestión de una empresa inevitablemente conlleva.
Luego, primera conclusión. Se puede ser emprendedor y no ser empresario, y se puede ser empresario y no ser emprendedor.
Ahora bien, ¿que hay detrás de los grandes empresarios? Pues sin duda, un gran emprendedor. Me atrevería a decir, que una empresa de éxito no puede existir sin un gran emprendedor detrás. Por supuesto hace falta mucho más. Hace falta preparación, y trabajo duro. Y un poco de suerte...
Aunque la suerte, hay que buscarla. Muchas veces tras la suerte está un gran trabajo. Así, la gente que hace las cosas bien, tiene mucha más suerte, que los que son un desastre. O al menos, depende mucho menos de la suerte. Y es importante, no depender de la suerte...
La idea es prepararte para desarrollar tu espíritu emprendedor, y prepararte para saber como hacer las cosas bien si algún día decides convertirte en empresario. Ese será nuestro reto.
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